Una de las muchas cosas que hace que un reloj mecánico sea tan especial es la complejidad de su funcionamiento interno, pero eso también significa que requiere un servicio regular. Los centros de servicio de Oris en todo el mundo mantienen nuestros relojes a un alto nivel, pero en ocasiones es necesario enviar un reloj a nuestra sede en Hölstein, Suiza. Allí, un equipo de posventa, repara y repara relojes Oris antiguos y raros. "El reloj más antiguo que hemos reparado fue de la década de 1940". "Todavía teníamos algunas de las piezas pequeñas en stock, así que pudimos restaurar su antigua gloria".