La Fórmula 1 ha sido emocionante para el público desde 1950, cuando se celebró el primer campeonato. Sea o no un fanático de los deportes de motor, es imposible negar el drama de la F1, o el nivel de excelencia técnica que se muestra. A velocidad máxima, el motor de un automóvil F1 ingiere aire a una velocidad de 0.4 kg por segundo (suficiente para inflar 600 globos de fiesta en 60 segundos) y, en promedio, un conductor de Gran Premio cambiará de marcha cada 1.3 segundos durante una carrera. Desde su formación en 1977, el equipo de Williams respaldado por Oris ha logrado 114 victorias, 311 podios y 128 pole positions. Muchos de los talentos más destacados del deporte del motor han ganado títulos de pilotos de F1 con el equipo, incluidos Alain Prost, Nigel Mansell y Nelson Piquet. En estos días, el piloto del Equipo Williams, Lance Stroll, sigue los pasos consagrados de tales leyendas, y no es una tarea fácil. Los conductores de Grand Prix deben ser atletas altamente condicionados con la habilidad y la resistencia para controlar un automóvil que viaja a velocidades de más de 200 mph (320 km / h) y generar fuerzas de más de 4 g al tomar una curva. Los conductores pueden perder hasta 3 kg durante el transcurso de una sola carrera, ya que la temperatura sube hasta los 50 ° C en la cabina. Pero, en Stroll, Williams ha encontrado un conductor joven dedicado y comprometido para impulsar al equipo a alturas aún mayores.
